El ser humano: algo especial
La vida humana no es un fenómeno biológico más ni debe ser tratada como tal. No por ser biológicamente superior, sino porque tiene conciencia y libertad. La conciencia es la voz interior que nos dice lo que está bien y lo que está mal. La vida humana es un don y hay que saber recibirla, conocerla, cuidarla, promoverla y defenderla.
Debemos actuar a las agresionas contra la vida como la guerra, el terrorismo, etc... y contra sus interrupciones aplicando ciertos principios generales como el de no matarás, más allá de la ley del talión, procurar las mejores condiciones posibles para el desarrollo de la vida humana, ser conscientes del valor de la vida en sí misma, saber que no somos dueños de nuestra vida y que ésta comienza en el momento de la concepcción.
Sabiendo esto, también debemos estar en contra de toda manipulación de la vida humana relacionada con la intervención del hombre en la concepción. la Iglesia rechaza esstas prácticas aplicando algunos principios como el que la ciencia debe estar al servicio de la vida, que no todo lo técnicamente posible es bueno o que la vida humana no puede estar puesta al servicio de algo que no sea ella misma.
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